En pleno auge de un conflicto devastador, Hania Zataari, una ingeniera mecánica de Sidón, en el sur del Líbano, transformó su experiencia técnica en un salvavidas para las comunidades desplazadas. Trabajando para el Ministerio de Industria del Líbano, Hania desarrolló un innovador chatbot en WhatsApp para optimizar la distribución de ayuda esencial a los afectados por la guerra.

Cerrando brechas en medio del caos

El 23 de septiembre de 2023, la ofensiva de Israel contra Hezbollah escaló dramáticamente, sumiendo al Líbano en una de sus jornadas más mortales en dos décadas. Miles de familias huyeron hacia Sidón, donde escuelas y edificios públicos se convirtieron en refugios improvisados. Sin embargo, muchas personas, excluidas del apoyo gubernamental, tuvieron que alquilar viviendas o depender de familiares.

Frente a esta situación crítica, Hania creó Aidbot, un chatbot impulsado por inteligencia artificial diseñado para simplificar el proceso de solicitud de ayuda. Programado a través de Callbell.eu, una plataforma comúnmente utilizada para interacciones en redes como WhatsApp, el bot recopila información clave como nombres, ubicaciones y necesidades específicas. Estos datos se registran en una hoja de cálculo de Google, lo que permite a Hania y su equipo de voluntarios distribuir de manera eficiente suministros como alimentos, colchones, mantas y medicinas.

Transparencia y apoyo comunitario

El proyecto, financiado principalmente por donaciones de libaneses en el extranjero, pone un fuerte énfasis en la transparencia. Un tablero público muestra detalladamente los gastos, las donaciones recibidas y los artículos distribuidos. Hasta la fecha, el equipo ha entregado 78 paquetes de alimentos, 900 colchones y 323 mantas en Sidón y otras regiones afectadas del Líbano.

Impacto tangible en un contexto complejo

La guerra y la crisis económica del Líbano han dificultado enormemente la distribución de ayuda. Sin embargo, iniciativas como Aidbot demuestran cómo la tecnología puede aliviar las cargas de las comunidades más vulnerables.

Para familias como la de Khaldoun Abbas, cuyo hogar fue destruido durante un bombardeo, Aidbot ha sido una herramienta crucial. Diecisiete miembros de su familia, de entre 9 y 78 años, encontraron refugio en un pequeño apartamento alquilado en Sidón, donde dependieron del bot para recibir colchones, mantas y alimentos.

Aunque el Aidbot no resolverá todos los problemas del Líbano, su diseño adaptado a las necesidades locales y su enfoque en la eficiencia y la transparencia lo convierten en una innovación valiosa. Como dice Hania: “No me interesa conocer los nombres de las personas; solo necesito saber dónde están para poder ayudarlas”.

En un país devastado por la guerra y las dificultades económicas, esta herramienta tecnológica ha ofrecido una chispa de esperanza y un poco de alivio a quienes más lo necesitan.